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Los  Mejores Discos de Thrash Metal de la Historia

octubre 10, 2011

Llegamos a la madre de todas las listas, por lo menos en 2011, año en que el thrash sigue tomando fuerza, ya sea por parte de nuevos talentos o actos de abolengo como Anthrax y próximamente Megadeth y Testament, todos ellos con discos inéditos. Este compilado de 35 LPs contempla lo esencial que debes escuchar si es que apenas te adentras en el género que hoy en día Evile, Bonded By Blood, Warbringer o Gama Bomb replican. Tras una gran selección que hicimos a partir de casi 100 discos previamente elegidos, llegamos a Los 35 Mejores Discos de Thrash Metal de la Historia, según Search & Destroy. Lo que aquí podrás ver, leer y escuchar es de acuerdo a nosotros, quienes sigilosamente nos llevamos tiempo para hacerlo a la perfección. Las historias que conectan a muchas bandas como cuando Lars Ulrich tocó con Metal Church, la polémica salida de Dave Mustaine de Metallica, la oleada alemana, la conexión Anthrax-S.O.D.-Nuclear Assault, la rivalidad entre Megadeth y Slayer, la llegada de Kirk Hammett a Metallica desde Exodus y más reciente, los aclamados conciertos del Big 4 alrededor del mundo… Todo ello se incrusta en los riffs, solos, feroces baterías y voces desgarradoras de estas producciones, piezas históricas de thrash metal, obras maestras. Gracias a los calificados colaboradores que participaron en la laboriosa construcción de este gran artículo, incluyendo por primera vez en una entrega de esta magnitud a ustedes los lectores, quienes dieron sus candidatos a través de nuestras redes sociales: Twitter y Facebook. Dejen saber su opinión en los comentarios, en lo que nuestro colaborador y amigo Javier "Show" tituló "The Pit", un lugar no apto para quienes sean de alma débil. Por Sergio Alvite (S.A.), Pablo Barrios (P.B.), Juan Martínez "Juanito el del Demo" (J.M.), Iván Nieblas "El Patas" (I.N.) y Javier "Show" Villalpando (J.S.). 35 Vio-Lence – Eternal Nightmare (1988) Un álbum debut más y de otra agrupación del área de la bahía de San Francisco. Vio-Lence proclamó una música sin escrúpulos en siete tracks y no más de 40 minutos. Solos cuidados técnicamente y exorbitantes, acompañados de una voz sencilla (Sean Killian) dentro de una velocidad relámpago. Su nombre fue sinónimo de su música; al mismo tiempo su vida fue corta pero dejaron plantada una semilla: indirectamente, Vio-Lence cimentó la edificación para una gran banda de nuestros días, dos integrantes de aquella producción pertenecen ahora a Machine Head: Phil Demmel y Robb Flynn. S.A. Selección S&D: Kill On Command 34 Onslaught – The Force (1986) Geográficamente, el thrash tuvo dos grandes potencias, EE.UU. y Alemania. Contra eso, llegó una banda oriunda del Reino Unido, valiéndose de estar en la cuna del punk rock, tomando influencias de bandas como Discharge, creando un metal con vibra británica de finales de los 70. En este álbum se amarran al estilo que venían gestando, con letras sobre satanismo y tomando como modelo a Slayer en su estética, tanto visual como sonora. Algo característico de este álbum es que todas sus canciones rebasan los seis minutos, lo que hace que la experimentación instrumental sea muy enriquecida. J.S. Selección S&D: Metal Forces 33 Heathen – Victims Of Deception (1991) Heathen se ganó su estatus de culto dentro de la escena underground. Influenciados por las grandes agrupaciones norteamericanas de la escena, Heathen no se queda atrás con su disco de 1991 -Victims Of Deception-. Entregando varios temas épicos de ocho y nueve minutos. El LP está lleno de sorpresas como el cover que hacen a Rainbow, Kill The King, o la instrumental Guitarmony. Con sutilezas progresivas, el álbum es técnico y complejo en todas sus estructuras y por donde se le escuche. Con una medida enrevesada y una producción acertada, Heathen entregó uno de los mejores discos thrash metal de los 90. P.B. Selección S&D: Opiate Of The Masses 32 Metal Church – The Dark (1986) Metal Church tuvo un fuerte debut con su LP homónimo de 1984; tras ese material y con uno de los mejores nombres en el heavy metal, editaron The Dark, hasta hoy una de sus entregas más aclamadas. Una de las características más destacas de las canciones es la actuación vocal del hoy fallecido David Wayne, que brindó ese aroma malévolo a los temas. Los cortes también poseen ligeros guiños a otros estilos como el power y el heavy de antaño, en parte por la distinción compositiva del guitarrista Kurdt Vanderhoof, lo cual dio un giro melódico, ampliando los horizontes de su sonido. S.A. Selección S&D: Psycho 31 Overkill – The Years Of Decay (1989) No por nada a Overkill los llaman la aplanadora del thrash; su devoción al estilo  es inconfundible y The Years Of Decay es uno de sus puntos más altos. Una pieza esencial para cualquier amante del estilo, es sucio y técnico a la misma vez. La inconfundible voz de Bobby "Blitz" Ellsworth juega un papel preponderante ya que le da ese toque especial de crudeza. De aquí salen sus clásicos más recordados como E.vil N.ever D.ies, Time to Kill, I Hate, y Elimination. Maestros del género con The Years Of Decay, material que hace de Overkill uno de los pilares fundamentales de la escena. P.B. Selección S&D: Elimination 30 Annihilator – Alice In Hell (1989) El debut de Annihilator prevalece en los anales del thrash canadiense. Su mente creadora, Jeff Waters, impresionó con canciones rápidas con todo el sello de sus vecinos del sur pero al mismo tiempo con un amplio sentido de la melodía y de caracter un poco más técnico y preciso; por si ello fuera poco, además de componer gran parte del material, lo produjo en su entereza. Los solos son un sinónimo sonoro de una bestial estampida al unísono de una excelente realización vocal de Randy Rampage. La musicalidad de Waters en este redondo le valió ser una opción para formar parte de Megadeth pero… lo rechazó. S.A. Selección S&D: Alison Hell 29 Nuclear Assault – Game Over (1986) Sus integrantes se curtieron en la escena del hardcore punk y thrash de Nueva York. Especialmente el bajista Danny Lilker quien tocó y grabó en la primera alineación de Anthrax. La combinación del thrash y el hardcore resultaba explosiva y sería adoptada por muchos otros grupos. En este álbum podemos encontrar temáticas diabólicas, el comienzo de su recurrente tópico sobre catástrofes nucleares, y críticas políticas siempre cargadas de buen humor. Lejos de ser el fin del juego, Game Over fue el comienzo para Nuclear Assault y de una nueva posibilidad de hacer música combinándola con géneros afines. I.N. Selección S&D: Game Over 28 Artillery – By Inheritance (1990) En los 80, Dinamarca no estaba desconectado de la escena; al contrario, King Diamond, Lars Ulrich o Flemming Rasmussen tenían —y siguen teniendo— el mismo peso que las estrellas inglesas o estadounidenses. Fue nada menos que el legendario Rasmussen quien produjo el tercer LP de sus paisanos Artillery, una obra de thrash ortodoxo con técnica sobresaliente que sonaba exactamente como debía sonar un grupo de thrash en 1990, ensalzado por letras de carácter político y antibélico, influenciadas por la Guerra Fría. Hoy, la obra conserva su temática y frescura musical. J.M. Selección S&D: Khomaniac 27 Slayer – Show No Mercy (1983) Show No Mercy fue el primer larga duración de esta leyenda del thrash. Como todo (gran) disco debut, su belleza radica en los “errores”, en la pierna coja de las bandas que apenas comienzan a ser leyendas. Un álbum que creció desde la semilla de la maldad, con letras poderosas pero muy atrapantes y disfrutables; riffs llenos de adrenalina e influencia del metal clásico. Así se metió Slayer en nuestras vidas, así se convirtió en estandarte del sonido del mal, en el aderezo de la rebeldía adolescente que buscaba medios para expresarse. Sin duda un clásico que diera pie a la gran leyenda que vendría después. J.S. Selección S&D: Black Magic 26 Hallows Eve – Death & Insanity (1986) Hallows Eve es uno de los grandes olvidados de la época del thrash. En su estilo escuchamos muchas referencias a los Cuatro Grandes, pero tenían su propia identidad con la característica voz rasposa de Stacy Anderson al frente. Es una lástima que la producción no fuera mejor pues seguro las rolas habrían sonado mucho más brutales de lo que son. Aun así es un álbum que no debería pasar desapercibido por todos los amantes del género pues se encontrarán con un clásico subterráneo que los pondrá a hacer mosh por toda su recámara. Ojalá lo remasterizaran porque vale mucho la pena. I.N. Selección S&D: Death & Insanity